Cambiando, pero en serio. Bertha Paredes Medina.

 

Se cumplieron los 100 días de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Del mensaje pronunciado, por este motivo, dos palabras quedaron fijas en la mente: Administrar y transformar.

Ambas palabras, literalmente, son diferentes pero son tremendamente cercanas cuando se unen en el contexto de un Mexico mejor para todos.

Hacer un balance no se trata solamente de repasar cada una de las acciones que, en este corto periodo, nos han mostrado que es posible cambiar, para bien, mucho de lo que ya no funcionaba para el país; Hacer balance se trata, más bien,  de darnos cuenta y percibir una notable modificación de aquella acostumbrada realidad en la que, nos habían dicho, debíamos de vivir. Esta, me parece, es una de las diferencias que hacen, un antes y un después, con el inicio del nuevo gobierno federal.

Desde mi óptica femenina, yo observo un presidente joven y activo. Un presidente que tiene prisa de cumplir compromisos. Esta, creo, es la otra diferencia fundamental en estos primeros 3 meses de gobierno.

Ahí están, por ejemplo, la serie de conocidas acciones, proyectos y logros alcanzados hasta ahora. Están también, las espectaculares medidas emprendidas para dejar en claro la mano firme, a la hora de tomar decisiones, a favor de los ciudadanos. Cerrando el círculo virtuoso, tenemos la sintomática presencia y respaldo al gobierno por parte de las diversas fuerzas políticas de este país, que han estado presentes, en cada actividad que ha puesto en marcha el presidente.

Sin duda, Mexico está cambiando pero en serio. Eso es innegable, y es también, irreversible. No puede ser de otro modo. Más claro ni el agua: “No solo administrar sino transformar”.

¿Ahora, que es lo que viene? Bueno, el presidente habló de consolidar 5 metas nacionales: Un México en paz. Un México incluyente. Un México con educación de calidad para todos. Un México próspero y hacer de México un actor con responsabilidad global. En paralelo, la formulación del Plan Nacional de Desarrollo es la oportunidad de definir la ruta hacia donde transitará el país los próximos años.

Por supuesto que, en todo lo anterior los ciudadanos somos parte fundamental para alcanzar los objetivos propuestos. No podemos quedarnos cruzados de brazos ni “milando” como los chinitos. Hay que arrimar el hombro al trabajo desde la trinchera donde nos ha tocado servirle a Mexico. Trabajar con el ánimo positivo pensado que nuestro granito de ayudara a hacer de Mexico un mejor lugar para vivir.

Que nadie lo dude: Mexico se esta transformado, en serio.

 

 

 

 

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