Zapatazo allá…Manotazo acá; Bertha Paredes Medina; Tribuna de Campeche

Referiré lo sucedido en España  en la última elección. El voto ciudadano le dio la espalda al gobierno que encabezaba Zapatero. Sin duda, son diversas causas contribuyeron para eso sucediera pero, si acaso, solo vale la pena referir dos de ellas. Uno, la dificilísima situación económica derivada en desempleo, carestía, etc… Y dos, el cansancio español de no ver resueltos sus problemas por el gobierno en turno. El resultado de este coctelito social fue el conocido arribo al gobierno de un nuevo partido. El pueblo español dio un zapatazo en la mesa política e hizo a un lado la opción partidista que ya no representaba la solución a sus problemas ni satisfacía sus aspiraciones de un futuro mejor. Con este ejemplo, queda claro que el descontento social, en cualquier parte el mundo, ha creado un malestar nunca visto antes contra gobiernos inefectivos a los que la gente responde quitándole la oportunidad de seguir gobernando.

Un factor que ha contribuido a lo anterior, es la posición de los jóvenes que han dejado su tradicional pasividad ante los asuntos electorales. Con una desbordante cantidad de información que desde diversos medios, principalmente digitales, llegan a las masas juveniles, estos, ya no tienen excusa para decirse desinformados e incluso han renovado la vigencia de aquel viejo axioma que sentenciaba “la información es poder”.

Los jóvenes de hoy ya no aceptan una primera declaración como una verdad valida. Opinan. Cuestionan, investigan, Confrontan datos y deciden. No dejan que decidan por ellos. Se han percatado que solos son un número pero juntos pueden cambiar cosas.

Otro factor que hace distintos los escenarios políticos es la apertura de la arena digital. A los candidatos se les puede seguir “casi en tiempo real” en todas sus actividades. Por medios electrónicos se puede saber lo que proponen u opinan prácticamente al instante en que emiten su comentario. Esta arena digital, guste o no, tiene alto impacto en la opinión publica.  

En el caso comentado de la elección española este novedoso espacio de lucha política, pero también de democratización efectiva de acceso instantáneo a cualquier candidato, tuvo un específico peso en esa elección cuyo resultado no se puede calificar de sorpresivo ante las tendencias que, a lo largo del proceso electoral, se percibieron.

Un tercer factor que define elecciones es el candidato. El carisma, la preparación y, sobre todo, la credibilidad es lo que lleva a la gente a determinar su preferencia electoral. Más allá de las siglas de un partido, es el candidato el que genera y gana las simpatías de la gente. Por eso, el esfuerzo de una campaña siempre debe estar concentrado en el candidato.

Finalmente hagamos un alto y reflexionemos:… Si en la última elección en España la gente dio un “zapatazo”, en la próxima elección federal de julio, aquí en México,… ¿daremos el “manotazo”?

Doce años son suficientes; Bertha Paredes Medina; Tribuna de Campeche.

No me sorprende el resultado de una encuesta que publica un periódico de circulación nacional acerca de la tendencia del voto entre los aspirantes a la Presidencia de la República. Y no me sorprende, porque los datos que concluye el medio de comunicación impreso, reafirman lo que antes nos dijeron varias empresas dedicadas precisamente a formular encuestas.

Enrique Peña Nieto mantiene la notable ventaja, que desde su aceptación de contender por la Presidencia de México ha tenido, y tiene, sobre sus principales adversarios políticos. Ventaja que, a unos meses de la elección federal, se ve difícil pueda perder. Y lo afirmo, porque para nadie es un secreto que su presencia e imagen se ha fortalecido entre el electorado.

Porque, piense usted en esto: A pesar de toda la campaña escrita y verbal en su contra por errores u omisiones que puede tener cualquier persona, cualquier personaje público y, por ende, cualquier candidato, sus estadísticas de presencia electoral entre los mexicanos se mantienen positivas.

Justamente acerca de las dificultades que enfrentan los candidatos más populares, le pongo el ejemplo de Barack Obama. Cuando buscaba ser Presidente de los EU le dijeron de todo y le exageraban cualquier resbalón verbal. Al final usted ya sabe el resultado de esa elección. Por lo anterior, las preferencias de la gente que orienta su voto hacia determinado candidato no se mide ni merma por la cantidad de cosas que se digan en contra del mismo. Y sin temor a equivocarme, no es ocioso decir que, al día de hoy, son bastantes los mexicanos que tienen claramente definido lo que, electoralmente hablando, van a hacer en la próxima elección federal.

Quizá lo anterior, sea parte de la explicación de por qué Peña Nieto ha transitado, desde su nominación y la época de precampaña, prácticamente sin daños mayores. La gente lo presiente como una esperanzadora opción de gobierno. Ahora que vengan las campañas formales, sin duda alguna, consolidará su oferta política y de Gobierno que, palabras más palabras manos, es lo que México necesita para seguir construyendo el futuro.

Por eso la encuesta que dio a conocer el mencionado periódico, no tiene desperdicio porque refleja una clara “fotografía” del momento político actual y, además, enseña la preferencia del electorado mexicano. Electorado que decepcionado del prometido “cambio”, difícilmente, volverá a brindarle una oportunidad a quienes ya le perdió la confianza.

La elección de julio, que muchos llaman la verdadera encuesta ciudadana, confirmará la intención del pueblo de México de levantar la mirada, dejar atrás lo fallido y voltear hacia una nueva esperanza. Como colofón le pongo un ejemplo sencillo. Los mexicanos que hoy tienen 30 años son los mismos que sufragaron por primera vez, a sus 18 años cumpliditos, por la promesa de un cambio que no llegó para todos. Le pregunto ¿Por quién cree que votarán ahora aquellos muchachos del 2000 y los que en los últimos 12 años alcanzaron la mayoría de edad y que, ahora adultos y seguro con familia, no han visto llegar el país que les prometieron? Piénselo, doce años son suficientes. Y no tengan dudas. El hombre de la esperanza es Enrique Peña Nieto.

El jamón y las ideas; Bertha Paredes Medina

Hay dos libros que son insustituibles en mi mesa de libros predilectos. El primero se titula Todos los ombligos son redondos de Álvaro de la Iglesia y el segundo se titula El Hombre de Irving Wallace. ¿Qué tienen en común estas dos obras literarias, aparte de coincidir en mi mesita de lectura? Bueno, le diré que ambos títulos son súper difíciles de conseguir porque se trata de ediciones agotadas. Los libros los tengo porque fueron obsequios de dos grandes amigos que me distinguen con su aprecio.

Ahora bien, ¿de que tratan estas magnificas obras? El primero que mencione, es una genial  alegoría de Iglesias acerca de esa genuina y característica redondez de los ombligos.  El segundo libro, que Wallace escribió en los años sesenta,  trata sobre la impensable posibilidad, en ese tiempo,  de que un hombre de color gobierne los Estados Unidos. Hasta este momento, usted seguramente se estará preguntando: ¿que tiene que ver que ambas ediciones estén agotadas o sean materialmente imposibles de conseguir en México o el extranjero? Bueno, le diré que  tiene que ver con un interesante artículo que leímos en un diario y que afirma que antiguamente duraban más las ideas que los alimentos. Ahora, caso contrario, señala el mismo artículo  literalmente duran más los alimentos que las ideas. Ahí está, por el ejemplo, un jamón que dura meses en refrigeración antes de ser consumido. En cambio, las ideas no parecen durar ni las 24 horas. Pasado ese tiempo otra idea ocupa el interés de la opinión pública. Ni que decir de las noticias que “vuelan” y que, a veces,  solo duran minutos antes de ser rebasadas por alguna nueva noticia más sorprendente o interesante.

Junto a esta percepción, también se tiene que reflexionar sobre la poquísima disponibilidad, en librerías, de títulos de las obras clásicas de pensadores como Platón, Sócrates, Kant, Hegel, Marx o Sastre. Por supuesto que algo similar ocurre,  cuando uno busca las últimas novedades editoriales, que andan de boca en boca o que anuncian como el top de altas ventas, entonces encontramos la novedad que solo llegan un puñado de ejemplares que “vuelan” a las pocas horas de exhibirse en los estantes. Curiosamente, si uno regresa a la misma librería la semana siguiente se topa con que hay un nuevo best seller y el libro que buscamos difícilmente volverá a estar disponible.

¿Ahora comprende usted porque me da tanto gusto tener los dos ejemplares que le mencione al principio?

 

 

 

 

 

 

La bendición de la amistad; Bertha Paredes Medina; Tribuna de Campeche

Por diversas razones no había encontrado la oportunidad de externar mi saludo de inicio de año, como siempre, para las amistades que tengo en mi inventario de afectos desde los tiempos de la infancia, para los que se han venido sumando a lo largo de los años y, en particular, para los nuevos amigos que me honran y distinguen con su amistad.

Algunas amigas de la infancia me dicen que nunca las menciono en mis comentarios y que casi no nos vemos. Aquí y ahora las estoy mencionando y agradeciendo haberme acompañado en la reciente celebración de mi onomástico donde, por cierto, hubo notable equilibrio entre las distintas etapas de mi vida personal y profesional.

Del año pasado sólo me quedó el pendiente de reunirme con un gran amigo y maestro, que ha sido inspiración para toda mi generación como modelo de constancia y perseverancia.

Por otra parte, de mis nuevas amistades no puedo dejar de mencionar a los que viven fuera de mi tierra; algunos embajadores que fuera del protocolo institucional honran nuestro saludo y afecto; a mi estimado Francisco Villa, que siempre elogia lo que escribo.

A mis apreciados Luis y Tere Palacios, al caballeroso don Alejandro Bichir y otras amistades del ámbito político e intelectual que con el quehacer literario he ido fortaleciendo. ¡Servidos mis amigos que espero pronto volvamos a vernos!

No podría dejar fuera de esta lista de amistades a tres patrimonios humanos que orgullosamente tiene Campeche. Me refiero a don Carlos Justo Sierra Brabatta, recientemente homenajeado con el premio Justo Sierra Méndez; a don Manolo Lanz Cárdenas, prolífico escritor y enciclopedia andante de las tradiciones campechanas. Y, a don Manuel de la Cruz, de trayectoria magnifica en las artes.

No creo exagerar al decir que me siento bendecida con tantas amistades que me ha dado la vida y mi Campeche querido. Ahora bien, no cabe duda que cumplido el primer mes del calendario anual, siguen vigentes los propósitos y proyectos de cada uno de nosotros.

A la par, se mantiene el compromiso de seguir siendo mejores personas y, por supuesto, seguir trabajando para contribuir al desarrollo del lugar donde nos tocó nacer y vivir. En mi caso, en este maravilloso Campeche que es, al mismo tiempo, mi orgullo y razón de personal fortaleza.

Un carcaj repleto de… Bertha Paredes Medina; Tribuna de Campeche.

En estos últimos días, en que han sido rememorados momentos y fechas importantes de la historia de Campeche, me ha venido a la mente el recuerdo de ese personaje que fue, y es, a la historia y la política de Campeche, una referencia obligada.

No se puede hablar del ayer de nuestra entidad sin pasar necesariamente por la vida y obra de don Héctor Pérez Martínez. Antes de seguir, le aclaro, no intento escribir apología del hombre. Ni voy a insistir con aquello de que fue el primer campechano Secretario de Gobernación ;  Mucho menos abundaré que escribió magníficos libros de piraterías; No lo necesita. Lo que él hizo por su tierra, habla por sí solo. Unicamente  quiero referirme a una de las principales visiones que tuvo como gobernanate y que fue elemento para empujar hacia adelante el desarrollo de nuestra entidad. De Peréz Martinez, admiro que  en su mandato intentara, uniendo pensamiento y acción, romper aquel hechizo de impasibilidad y eternidad que, durante largo tiempo, había pesado sobre el estado. Concretamente cito sus ideas  “Campeche permanece impasible y eterno; hay que borrar ese gesto de eternidad; la vida es cambiante y deben seguirse sus vaivenes; vamos a cruzar las murallas y a dilatar nuestro mundo; olvidemos las leyendas y seamos un poco menos poetas de nosotros mismos”.

Y bueno, observando la actualidad que vive Campeche, creo que lo que don Héctor soñaba se ha ido concretando. Incluso, considero que hemos dejado de ser un poco menos poetas de nosotros mismos. En este contexto hay 3 eventos, recientemente celebrados, que me parece necesario vincular , por su contribución, con ese impetú de seguir cruzando murallas para dejar atrás ese gesto de eternidad al que se refería Peréz Martinez.

Primero: Hace unos días se conmemoró el centésimo aniversario del natalicio del gran educador Ermilo Sandoval Campos; Este hombre dedicó vida y talento a la educación dirigiendo el Instituto Campechano y , luego. como rector de la Universidad de Campeche. Su legado está en las decenas de generaciones de campechanos que nos formamos bajo su guía educativa.

Segundo: Hace menos de una semana fue entregado el premio inspirado en la memoria de Justo Sieera Mendéz, uno de los intelectuales predilectos de Campeche. La historia de México y la historia local, tienen un capítulo completo para el legado de Sierra Méndez. En esta ocasión, el premio fue otorgado a don Carlos J. Sierra Brabatta, otro campechano que también ha aportado su talento literario a la historia nacional y local.

Tercero: Hace un par de días, el glorioso Instituto Campechano ajustó 152 años de existencia en el ámbito educativo del Estado. Es innegable que su presencia ha servido para formar y educar numerosas generaciones de campechanos que, hoy por hoy, se suman al esfuerzo de trabajar por Campeche.

Por todo lo anterior, no cabe duda que una de las llaves para abrir y cruzar murallas ha sido la educación. Y para que vean que muchas cosas no son obra de la casualidad, les dejo un pensamiento que Justo Sierra escribió acerca de Héctor Pérez Martínez “Cuando ingresó al periodismo llevaba su carcaj repleto de ilusiones… que lo hizo parte de una generación nueva”.

Los Faros de Campeche; Bertha Paredes Medina

La privilegiada ubicación de Campeche a la orilla del Golfo de México, hace de nuestra tierra un lugar exquisito para vivir. Campeche, tiene sempiterna liga con el  mar. No es una casualidad que embarcaciones y pescadores sean parte cotidiana del paisaje de la costa campechana. Nuestra vocación marina esta presente hasta en el aire que respiramos. Aquí es común disponer, en las mesas de las familias campechanas, las más ricas y diversas especies de escamas y crustáceos que nos regala el océano y que tornan,  única,  la deliciosa gastronomía local. Nuestra fama culinaria rebasa las murallas y hace que el nombre de Campeche sea conocido nacional y mundialmente.

Gozamos el privilegio de que, con solo cerrar los ojos,  uno puede usando la imaginación, ir de la Bahía de Campeche a Lerma, a Isla Arena, a Villa Madero, a Sabancuy, a Isla Aguada,   a la hermosa Isla de Ciudad del Carmen y soñarse navegando por sus limpias y tranquilas aguas;  O tal vez, con los ojos bien abiertos y los pies en tierra, disfrutar la emoción de ver caer la tarde, sentir la caricia de la brisa marina y recibir el regalo de una maravillosa puesta de sol.

En esta tierra, que es cuna de leyendas e historias de piratas, cuando empiezan a caer  las primeras sombras de la noche ocurre un fenómeno que no está exento de cierta magia.  En varios puntos de la costa, despiertan y se encienden unas luces que, mar adentro,  devuelven la sonrisa a los marinos que todavía navegan en sus embarcaciones. Esas luces largas y metódicas son Los Faros de Campeche. Son estructuras de bella  arquitectura que sirven de referencia a los  hombres de mar, para tener siempre presente por donde volver hacia  puerto seguro.

Y ahora por una inteligente idea, quizá inspirada por este espíritu de grandeza histórica que distingue a Campeche, una institución “se puso las pilas” y asumió el reto del rescate, remodelación, restauración  y renovación de la estructura de los tradicionales Faros de Campeche, con el propósito ampliar las opciones de su disfrute sin perder, por supuesto, la originalidad de su función primigenia. Con este ánimo, se dieron a la tarea de convertirlos en nuevos centros de atracción, en particular, para nuestra propia gente y, en general, para el disfrute de todo turista que visite la entidad.

Así, los Faros de Campeche han recibido el apoyo necesario para rescatar su histórica arquitectura, revitalizándoles su natural esencia antigua, pero renovándole equipos y mobiliario que ofrezcan a los visitantes las comodidades del mundo actual y permitan su mayor disfrute.

Hoy en día, cualquier campechano, cualquier visitante,  tiene la oportunidad de conocer  de cerca alguno de estos históricos faros situados, algunos, a escasos kilómetros de la ciudad capital. Admirar sus formas arquitectónicas; Caminar en su interior y los alrededores; Tomarse “la postalita de recuerdo” y, si le apetece, perseguir con la mirada el veloz rayo de luz que emana  desde lo más alto del faro.  

De quien haya sido la idea, me parece, tuvo una atinada visión. Los faros son un atractivo adicional para el turismo.

Alicia en el país de las maravillas; Bertha Paredes Medina

(Ahora que se ha anunciado que Tim Burton planea filmar la versión del clásico personaje Pinocho, no puedo dejar de compartirles lo que me sucedió el día que fui al cine a ver su versión de Alicia en el País de las Maravillas. Reconociendo el humor negro del cineasta inglés no puedo menos que recomendarles abrir sus mentes y expectativas a la versión de Pinocho que, seguramente, nos sorprenderá. Les dejó mi comentario sobre Alicia que se publicó en el diario Tribuna de Campeche)

 

La carita triste y confundida de una niña me enterneció el corazón. A punto del llanto la menor le reprochaba, a su confundida mamá, el engaño de que era objeto. La señora pasaba apuros para brindar una explicación lógica, a esa mente infantil, de lo que ocurría en la pantalla del cine. La mujer intentaba compensar la inquietud de su pequeña hija ofreciéndole palomitas de maíz. ¿Mamá, a qué hora sale Alicia y el conejito blanco? Preguntaba la niña una y otra vez, logrando, en su inocencia, captar la atención de los cinéfilos que estábamos en la función de la película de ese genio del humor negro que es Tim Burton y su  propia versión de la conocida historia de Alicia en el País de las Maravillas.  Al entender lo que le pasaba a esa niña, volteé a ver a los demás ocupantes de las filas cercanas y en varios rostros advertí lo mismo: confusión. Tuve el impulso de acércame a la niña, que seguía cuestionando  a su mamá,  y explicarle un poquito lo que sucedía con la película. Por respeto a los asistentes no lo hice. Sin embargo, me quedo la espinita de cambiar esa carita triste de la nena y ofrecerle una breve explicación de lo que sucede en esta versión de la historia de Alicia y las diferencias con las versiones comúnmente conocidas. Sé que es un poco difícil que la niña lea el periódico pero espero que su mamá si sea lectora de Tribuna y le haga saber de este comentario. Todos, alguna vez en nuestras vidas, hemos visto en TV o en el propio cine alguna versión de la historia. Otros, acaso han tenido la oportunidad de leer el “libro” que narra las aventuras de ese mundo de fantasía que recorre la protagonista.  De cualquier modo, las conocidas versiones filmadas y el “libro” que más se ha leído  coinciden en algo: muestran solo un capítulo de la historia. Este capítulo cuenta la época en que Alicia, como niña, va por primera vez al país de las maravillas y está aderezada de todas las peripecias con  los personajes que aparecen como el Conejo Blanco, el Sombrerero, el Gato de Cheshire o la Reina de Corazones.

En el contenido del manuscrito original hay una parte titulada A través del espejo,  y lo que Alicia encontró allí; Que precisamente, es donde Burton toma los elementos en que basa su novedosa propuesta y hace la genial adaptación que presenta a los personajes con los efectos especiales que permite la tecnología actual.

Burton es famoso por su películas de humor negro que se convierte en un ingrediente adicional de sus filmaciones y que, sin duda, si no se tienen antecedentes de su trabajo puede causar confusión. De tal suerte que la película tiene que verse desde la óptica general del libro original donde Alicia ya creció y regresa a ese mundo de maravillas. Espero que esta breve explicación le sirva, a la  niña triste del cine, para aclarar un poquito su confusión. De pilón, si logro que cualquier otra niña u otro niño sonrían después de este comentario,  me sentiré satisfecha.