Hace relativamente poco tiempo, aquí mismo, comentaba sobre gustada columna titulada Mi Personaje Favorito que venía impresa al interior de cada edición de la revista Selecciones del Readers Digest. No se ustedes, pero yo me confieso de ese grupo de personas que mes con mes acudía puntual al estanquillo a adquirir mi ejemplar de tan excelente revista. Con el paso del tiempo y la avalancha de revistas que ahora llegan a los estanquillos para Selecciones fue titánica su permanencia entre los lectores. Por diversas razones deje de adquirirla sin perder, eso sí, la nostalgia por todos aquellos grandes personajes que siempre aportaban algo positivo para los demás.
También aquí, hemos comentando sobre cómo ha afectado la crisis y el internet a las tradicionales ediciones impresas, de revistas y periódicos, orillándolos a la innovación y apuesta por el periodismo digital para sobrevivir.
En estas circunstancias, sencillamente no hay titán que no se doble. Eso es lo que acaba de ocurrir con la revista Selecciones, cuya editorial, se ha declarado en quiera ante las dificultades de cubrir sus adeudos causados, en parte, por notable baja en ventas en forma impresa. En este esquema financiero adoptado la revista podrá seguir siendo editada unos 6 meses pero, irremediablemente, el futuro es transitar por completo a la edición digital o…desaparecer.
Todo indica que su objetivo es seguir publicando la revista para sus suscriptores en internet. Ese es el camino que han seguido, y seguirán, decenas de medios, antes impresos y ahora digitales, para sobrevivir. No hay de otra.
Considerando lo anterior, resulta totalmente acertado el proyecto que ha anunciado el Fondo de Cultura Económica para progresivamente ir digitalizando su producción de libros. Y eso no esto, también se buscará colocar a esta editorial a la cabeza de las innovaciones tecnológicas en materia de producción de libros electrónicos, plataformas digitales y lectores en distintos formatos. No hay duda, nos guste o no la digitalización es el futuro. Y bueno, ahora la tarea difícil será formar lectores cibernéticos que para nada es fácil si tomamos el ejemplo de formación de lectores de obras impresas. Lógico, habrá que enseñar “a leer” a jóvenes y adultos en los diversos formatos electrónicos.
Pero mientras llega ese tiempo, todavía tenemos que insistir y reconocer los esfuerzos por que se hacen para promover la lectura de textos impresos. Por ejemplo, ahora que se inauguró la Feria del Libro del Palacio de Minería se presentara la compilación denominada “Solo cuento IV” donde se reúne cuentos de 25 autores. De esta obra la directora de literatura de la UNAM hace una genial acotación: «Borges dice que imaginar un argumento es tarea fácil; escribirlo, en cambio, es una exageración; Celebro que los 25 autores que participan con sus obras hayan optado por este exceso».
Sin duda aplaudible este esfuerzo y nos unimos a la celebración por los autores que caen ese “exceso” al que se refería Borges. Y, por supuesto, que siempre será plausible que en las ferias de libros su majestad sea el libro impreso que se niega a desaparecer ante el embate de lo digital.