Lectores a la moderna; Bertha Paredes Medina

 

Hace relativamente poco tiempo, aquí mismo, comentaba sobre gustada columna titulada  Mi Personaje Favorito que venía impresa al interior de cada edición de  la revista Selecciones del Readers Digest. No se ustedes, pero yo me confieso de ese grupo de personas que mes con mes acudía puntual al estanquillo a adquirir  mi ejemplar de tan excelente revista. Con el paso del tiempo y la avalancha de revistas que ahora llegan a los estanquillos para Selecciones fue titánica su permanencia entre los lectores. Por diversas razones deje de adquirirla sin perder, eso sí, la nostalgia por todos aquellos grandes personajes que  siempre aportaban algo positivo para los demás.

También aquí,  hemos comentando sobre cómo ha afectado la crisis y el internet  a las tradicionales  ediciones impresas, de revistas y periódicos, orillándolos a la innovación y apuesta por el periodismo digital para sobrevivir.

En estas circunstancias, sencillamente  no hay titán que no se doble. Eso es lo que acaba de ocurrir con la revista Selecciones, cuya editorial,   se ha declarado en quiera ante las dificultades de cubrir sus adeudos causados, en parte, por notable baja en ventas en forma impresa.  En este esquema financiero adoptado la revista podrá seguir siendo editada unos 6 meses pero, irremediablemente, el futuro es transitar por completo a la edición digital o…desaparecer.

Todo indica que su objetivo es seguir publicando la revista para sus suscriptores en internet. Ese es el camino que han seguido, y seguirán,  decenas de medios, antes impresos y ahora digitales, para sobrevivir. No hay de otra.

Considerando lo anterior, resulta totalmente acertado el proyecto que ha anunciado el Fondo de Cultura Económica para progresivamente ir digitalizando su producción de libros. Y eso no esto, también se buscará colocar a esta editorial a la cabeza de las innovaciones tecnológicas en materia de producción de libros electrónicos, plataformas digitales y lectores en distintos formatos. No hay duda, nos guste o no la digitalización es el futuro. Y bueno, ahora la tarea difícil será formar lectores cibernéticos que para nada es fácil si tomamos el ejemplo de formación de lectores de obras impresas. Lógico, habrá que enseñar “a leer” a jóvenes y adultos en los diversos formatos electrónicos.

Pero mientras llega ese tiempo, todavía tenemos que insistir y reconocer los esfuerzos por que se hacen para promover la lectura de textos impresos. Por ejemplo, ahora que se inauguró la Feria del Libro del Palacio de Minería se presentara la compilación denominada “Solo cuento IV”  donde se reúne cuentos de 25 autores. De esta obra la directora de literatura de la UNAM hace una genial acotación: «Borges dice que imaginar un argumento es tarea fácil; escribirlo, en cambio, es una exageración; Celebro que los 25 autores que participan con sus obras hayan optado por este exceso».

Sin duda aplaudible este esfuerzo y nos unimos a la celebración por los autores que caen ese “exceso” al que se refería Borges. Y, por supuesto, que siempre será plausible que en las ferias de libros su majestad sea el libro impreso que se niega a desaparecer ante el embate de lo digital. 

 

 

 

 

Dos personajes; Bertha Paredes Medina.

 

“Un campechano singular, un universitario excepcional,  un mexicano descomunal”.  Hacía tiempo que no escuchaba una frase así. 

Por supuesto, mi primera reacción fue de orgullo  al escucharla. Y mi orgullo creció al doble al detectar quién fue el que la pronuncio. No todos los días, se rinde homenaje a paisanos que brillaron a lo largo de su vida.

El homenaje se realizó  en la Ciudad de Mexico, en el marco de un día histórico para la memoria de los mexicanos: La celebración del Día de la Constitución, que por cierto, pronto alcanzará el centenario de su promulgación.

Fue en la UNAM. Fue el rector Jose Narro el que pronuncio las cálidas palabras para reconocer la trayectoria y valía como profesional del derecho de Jorge Carpizo Macgregor. El homenaje se complemento, con la puesta en marcha del Seminario El Constitucionalismo Contemporáneo.

Sin duda alguna, es alentador observar cómo la comunidad universitaria le rinde reconocimiento a su trayectoria profesional, política y académica a quien alguna vez fuera su rector.

Y que loable resulta que, campechanos que han dejado su tierra para contribuir a hacer de Mexico un mejor país para vivir, sean dignos de este tipo de homenajes porque animan a las nuevas generaciones a ser honestos y determinados para alcanzar el éxito.

Su ejemplo queda para mostrar que, más allá de las murallas, se puede llevar en alto el nombre de Campeche y mostrar que el campechano tiene carácter para brillar y lograr sus metas. La frase pronunciado por el rector de la UNAM lo dice todo: “Un campechano singular, un universitario excepcional,  un mexicano descomunal”. 

Ahora que recordaba lo de “más allá de las murallas”, no pude dejar de pensar en otro inolvidable campechano que, como gobernante, hizo mucho por su pueblo.

Me refiero a Don Héctor Perez Martinez que, lo que son las circunstancias de la vida, estudió en la UNAM.

Este campechano, que fue gobernador de Campeche y  Secretario de Gobernación, otra coincidencia con Carpizo, es recordado este mes de febrero por el aniversario de su fallecimiento.

Perez Martinez luchó, con el pensamiento y la acción, por borrar el gesto de eternidad que nos ahogaba.  Por el realismo de sus palabras lo citó:”Vamos a cruzar las murallas y a dilatar nuestro mundo. Olvidemos las leyendas y seamos un poco menos poetas de nosotros mismos”

 Fue excepcional gobernante y más tarde asumió como Secretario de Gobernación mostrando que el campechano inteligente puede hacer bien las cosas aquí… y allá.

Es febrero y se recuerda, con afecto, a dos campechanos de excepción. Sin duda.

 

 

 

 

 

¿A dónde se fue la imaginación?; Bertha Paredes Medina; Tribuna de Campeche.

En anterior colaboración les compartí reflexión sobre interesante binomio de temas que van de libro a película. Decíamos que en gusto se rompen géneros y que cada quien decide si  va por el camino corto del cine o la ruta larga de la lectura.

No sé si la mayoría de ustedes tomó en consideración los títulos de las primeras 2 películas que mencioné acaban de ser llevadas, nuevamente, a la pantalla grande y si los títulos de los libros, en que se basa el guión, les hizo algo de “ruido”.

Al hablar de Ana Karenina de León Tolstoi y Los Miserables de Victor Hugo, lo primero que me viene a la mente es que son 2 clásicos de la literatura universal y que, ambas, fueron escritas hace muchísimo tiempo. Son historias que han pasado de generación en generación y han sido editadas cientos de veces.

De primera impresión la situación parece, sin duda,  magnífica. Quizá lo sea porque refleja la perennidad de estas joyas literarias que cautivaron al mundo.  Pero  ¿se han dado cuenta que en realidad son “refritos”? Es decir, se repiten una y otra vez.

Por un lado, y esto es destacable, puede significar que los grandes literatos siguen en boga en el gusto de las generaciones actuales. Aunque en este punto yo pienso,  ¿En verdad siguen vigentes en el gusto de la gente? ¿Cuándo fue la última vez que usted compró uno de esos libros o por lo menos vio a alguien comprarlos?

Por el otro lado, y esto es lamentable,  significa que…o no hay escrito nada nuevo o lo nuevo no es suficientemente bueno como para pensar en llevar la historia al cine.

Entonces, no queda más que recurrir  a “lo clásico” y con ello garantizar el éxito del filme porque como usted seguramente recordará, Ana Karenira y Los Miserables son dos dramáticas historias que subyugan el alma de cualquier persona.

El conocido escritor Álvaro de la Iglesia, siempre pregonaba la maravillosa idea de que todo estaba en la imaginación. A mayor imaginación de los escritores, eran mejores sus historias. ¿Entonces que es lo que ha sucedido? ¿A dónde se fue la imaginación? ¿Acaso se quedo en las mentes del pasado? ¿O anda por ahí, cabizbaja, a la espera de que las mentes brillantes la redescubran y le vuelvan a otorgar su valor? ¿En serio, en este año las obras de León Tolstoi y Victor Hugo  son los atractivos del cine?

Yo soy una convencida de que,  la imaginación es la excepcional llave que abre el camino a mundos fantásticos y hace que las civilizaciones trasciendan.

¿Y, usted que opina?

Sin alejarme del tema, no puedo dejar pasar la oportunidad de invitarles a la apertura de la VII Temporada de la Orquesta Sinfónica de Campeche que dirige el talentoso maestro Eligio Fuentes Rosado. Será a partir del próximo 16 de Febrero en el Teatro Juan de la Cabada. Si puede asista y disfrútelo.  

 

Entre libros y peliculas; Bertha Paredes Medina; Tribuna de Campeche.

 

¿Leer o ir al cine?, esta parece ser una disyuntiva que actualmente enfrentamos los que compartimos el gusto por los libros y las películas. Disyuntiva que, se torna más difícil, cuando las películas basan su guión en la historia original del libro publicado.

Ciertamente que en el gusto se rompen géneros. Lo mismo habrá quien disfrute leer cientos de páginas de un libro  e igualmente  habrá quien admire un filme de 120 minutos que condense toda la historia relatada en el libro.

Por mi parte, confieso que desde El Perfume del escritor Patrick Süskind y Los Hijos del Hombre de la escritora P.D. James encontré elementos exactos para entender que no siempre se logra “capturar la esencia” entre lo que escrito y lo filmado.  En particular, El Perfume me parece logra expresar, bastante bien, lo descrito en el libro. Pero, la película Los Hijos del Hombre tuvo demasiadas carencias y francamente me decepcionó.

Ese es el riesgo que se corre, al pasar una historia del libro a una película. O te complace o te decepciona.

Pero bueno, con el pretexto de la rapidez que nos impone la vida diaria mucha gente prefiere la comodidad de la butaca y deja de lado el placer maravilloso que produce la lectura. Aunque, como dije antes, en el gusto se rompen géneros.  

Lo que es definitivo es que, no es lo mismo, ver una película basada en un libro…sin haber leído antes el libro. Como que da cierta ventaja sobre los demás cinéfilos que no esperan nada más que…ver el filme. En tanto que, quien ha leído antes la historia, espera con avidez los momentos más impactantes y tienen poder para sentir la indicada complacencia o decepción.

Todo lo anterior tiene que ver con 3 películas, recién estrenadas en los cines, que cumplen el requisito de estar basadas en libros.

Las primeras 2 son: Ana Karenina de León Tolstói y Los Miserables de Víctor Hugo. Aquí, por supuesto, llama la atención como,  a pesar de los años, ambos libros siguen causando sensación que motiva a ser filmados en nuevas versiones y la gente continua llenando las salas de cine para verlas…otra vez.  Ambos libros han sido publicados en innumerables ediciones escritas y han sido filmadas, por lo menos, en 3 ocasiones.  

La tercera se llama simplemente Lincoln.  Está basada en el libro Equipo de Rivales: El genio político de Abraham Lincoln de la escritora Doris Goodwin. No sé con certeza si este libro esté disponible en librerías mexicanas. En todo caso apenas pueda adquirirlo lo pienso leer y entonces decidiré si veo la película.

De cualquier modo, amig@s lectores, ahí están en exhibición estas películas. Usted decida si lee los libros o va al cine…o hace ambas cosas. Resuelva usted la disyuntiva.