Viajar a Carmen siempre se disfruta. Recorrer de mañana los, aproximadamente, 200 kilómetros que separan la ciudad capital de la bella isla, es una oportunidad única para admirar la privilegiada ruta de la carretera que corre junto al mar. Salir por Lerma, pasar SeybaPlaya, Villamadero, Champoton, Sabancuy, Isla Aguada, cruzar el emblemático puente y llegar a la Perla del Golfo es una experiencia deliciosa.
En ocasión pasada, compartí la anécdota de la agradable sorpresa que surgió de una charla con la embajadora de Polonia en nuestro país. Casi me agarra en curva al preguntarme maravillada sobre la carretera junto al mar. ¡Exacto! Se refería al recorrido entre Campeche y Carmen.
Me pareció tan interesante que en el extranjero se tenga este dato específico de Campeche y que haya turistas que hablen emocionados de considerar en su itinerario esta experiencia de viaje.
En la actualidad el estado de la carretera es magnífico. El gobierno federal ha invertido los recursos necesarios para que esté en condiciones óptimas. Me consta.
El retorno tiene otros matices. El atardecer con la suave brisa y la puesta de sol. El oleaje que rutinario se vuelca sobre la orilla del mar. El mismo camino pero diferente estampado de colores.
Ya entrando a la ciudad, todavía con luz de día, en el firmamento observo un avión que pronto tomara la pista de aterrizaje. Pienso si vendrán turistas en el vuelo. Espero que sí porque Campeche se ha convertido en destino favorito de nacionales y extranjeros.
Por ninguna razón en especial, me viene a la mente dos palabras: Jaina y Calakmul.
La zona arqueológica de Jaina que es un sitio con mucho que mostrar al mundo. Jaina es otra isla en Campeche. Más pequeña pero con un inmenso valor histórico como centro ceremonial maya. Una veta por explorar como antiguo cementerio. Este sitio tiene miles de historias que contar. Sin duda, un gran atractivo para el turismo mundial. De niño, mi padre, tuvo privilegio de ser contratado por algún arqueólogo que realizaba trabajos en este lugar. Él fue testigo de las figurillas, vasijas y huesos que formaban parte del entorno de la isla. Aun no se entiende porque, hasta hoy, no se ha invertido en una buena carretera que lleve hasta el corazón de Jaina considerando los múltiples beneficios que traería el tener una comunicación ágil y cómoda con este lugar y presumirle al mundo parte de nuestro valioso bagaje histórico. Una carretera que abriría puertas a cientos de turistas que gustan de la arqueología.
Pensar en Calakmul me remite a una reflexión y una interrogante. Todos sabemos que tiene el honroso mérito de Patrimonio Mixto concedido por la Unesco y que es la zona arqueológica más visitada del estado. Es piedra angular de nuestra oferta turística. De eso no hay duda. En este contexto: ¿Cuántos campechanos no conocen todavía Calakmul? Es decir, saben que existe pero por alguna razón no ha podido posar pies y mirada en la zona arqueológica más famosas del mundo. Definitivamente, hay cosas que tienen que cambiar.