Constructores del mañana. Bertha Paredes Medina.

Se, de primera mano, lo que significa estar al interior de un aula frente a un grupo de jóvenes ávidos de conocimiento. También se, a ciencia cierta, del compromiso que como guía educativo tiene un maestro como piedra angular de la educación.

En mis tiempos de docente impartí clases a una generación de jóvenes que, hoy en día, los miro ocupando importantes encomiendas en la administración federal, estatal y municipal.

Sin falsa modestia, encuentro orgullo al mirar en retrospectiva y saber que ayude a formar en su educación a varios jóvenes que se prepararon para la vida.

Entiendo y comparto, que la labor educativa es lo que cambia vidas. Es la educación la llave mágica que abre puertas al conocimiento y al éxito como profesionista.

Y creo, que para nadie es un secreto, que el vínculo más valioso entre el educando y su educación es, indiscutiblemente, el maestro.

El maestro es un formador. Es un “Sócrates” que esgrimiendo su propia “Mayéutica” se esfuerza y encauza por el rumbo correcto al estudiante.

Lo anterior, lo tiene muy claro el Presidente de la Comisión de Gobernación de la Cámara Baja quien hace unos días brindo reconocimiento a la labor que llevan a cabo los profesores de Campeche.

En un evento con tres mil maestros, el diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas, enfatizo la trascendencia de la labor magisterial indicando que la educación es base firme para progresar y que los profesores son quienes aportan el cimiento para transformar México y Campeche. Quedando claro que, este gremio, es fundamental para preparar a las nuevas generaciones que, en el cercano futuro, habrán de arrimar el hombro al desarrollo del estado y sus once municipios.

Reconoció, igualmente, nuestro legislador federal ese sólido vínculo que existe entre el magisterio campechano y nuestro gobernador Fernando Ortega para respaldar la acción educativa, que se empata con los propósitos del presidente Enrique Peña Nieto.

La educación para el Presidente de la República es tema vital de su agenda de gobierno y esta  detallado en el Programa Sectorial de Educación y La Reforma Educativa que busca cambiar a fondo este sector.

Sin duda, la educación es una de las bases más sólidas de las que dispone una sociedad para mirar con certidumbre el futuro.

Me parece que Moreno Cárdenas comprende muy bien lo anterior y por ende es bastante acertada su apreciación de que, los maestros, son constructores del futuro de nuestra entidad, nuestro país y de cada alumno bajo su enseñanza.

Por ello, el magisterio ha sido, es y siempre será una prioridad por su valiosa aportación  al  mañana que queremos.

Dejo a la reflexión la siguiente máxima del gran Aristóteles, que viene a la ocasión como anillo al dedo “Enseñar es la forma más pura de entender”

 

El Rey que cazaba elefantes; Bertha Paredes Medina

Desde este lado mundo hemos visto, y vemos, como al paso del tiempo han prevalecido algunas monarquías que no pierden vigencia y sobreviven del otro lado del mundo.

Extraña fascinación que tiene la gente, de la histórica y vieja Europa, por el glamour y ese halo de divinidad inalcanzable que tienen, o al menos parecían tener, sus máximos representantes: Los Reyes y los príncipes. Las Reinas y las Princesas.

Pero nadie puede negar que, desde hace algunos años, ciertos factores empezaron a dar pie a cuestionamientos sobre la viabilidad de su permanencia. En particular, acaso el ejemplo más dramático, fue el español.

Por un lado, una sociedad agobiada por la crisis económica que tambaleaba el valor del euro y que, al mismo tiempo, dificultaba a la gente llevar alimentos a sus mesas se preguntaba si el gasto que se destinaba  a sostener los privilegios de la familia real era realmente necesario.

Por el otro lado, la misma sociedad daba cuenta de la banalización de ciertas actividades de algunos integrantes de su costosa monarquía, en especial, del propio Rey.

Un Rey que hacia deporte festivo el cazar inocentes elefantes y tomarse fotos con sus “trofeos”. Lo anterior, hiriendo susceptibilidades de una sociedad cada vez más preocupada por el cuidado de los animales y la preservación del planeta y que, por supuesto, no aprobaba tal afición real.

Y por si no fuera suficiente, se sumaron los trascendidos problemas y desacuerdos que al interior de la familia ocurrían y que ya no era posible ocultar a los españoles.

EL Rey, hombre entrado en años y por ende cansado, parecía no tener las energías suficientes para lidiar con la problemática que enfrente tenían. Quizá por ello, desde hace unos años, empezaron a preparar el terreno de un sucesor en el trono. El heredero real, príncipe Felipe, se casó con una mujer ajena al círculo real. Sin duda, usted se acordara de los motivos, el matrimonio dio de que hablar. Pero bueno, todo fue superado.

Y sorpresivamente, igual que un fino jugador de ajedrez, el Rey de España hizo, este segundo día del mes de junio, un movimiento inesperado pero magistral. Abdico a la corona que ostento durante casi cuatro décadas.

Para no dejar dudas, ni de salud precaria u otro motivo alarmante, en breve mensaje por televisión anuncio de propia voz su retirada del trono. Tranquilo, sereno y seguro de su decisión, comunico a sus súbditos españoles la razón para irse en estos cruciales momentos. Menos de 6 minutos duro su explicación y en cosa de segundos la notica se propago por todo el mundo logrando, quizá sin quererlo, que millones de personas voltearan los ojos hacia este inédito suceso lo que significo aire fresco para la monarquía de aquel país.

El Rey dejara el poder, el mismo lo anuncio, en manos de su hijo Felipe, el príncipe de Asturias, que junto con su esposa Leticia serán nuevos monarcas a partir del 16 de junio próximo.

Así en pocos minutos quedo terminado un larguísimo reinado con una palabra que se pensaba no saldría nunca de los diccionarios: Abdicación.

España tendrá nuevos reyes. Desde adentro lo ven como una gran oportunidad de impulsar reformas para ayudar a España a salir de su crisis económica. Desde afuera se le mira con una interrogante de si esta ha sido la mejor solución.

El Rey que cazaba elefantes deja su reino. ¿Qué vendrá después de él? Eso, solo el tiempo lo dirá.