las cosas bien hechas; Bertha Paredes Medina

Un tarde de domingo, cuando no hay mucho por hacer más que reponer energías para iniciar una nueva semana, revisando al azar la programación de televisión encontré la conocida cara de Don Armando Manzanero.

Deje el control de lado y me dispuse a ver, y escuchar, lo que el cantante yucateco decía.

Enseguida me percate que se trataba de una especie de clase presencial para un reducido grupo de alumnos, que luego sabría, son natos talentos musicales.

El Sr Manzanero, con esa facilidad de palabra que tiene para darse a  entender, explicaba  a sus escuchas sus andanzas por el camino de la música reconociendo que nada le ha sido regalado. Es cierto, la clave de su éxito como músico, compositor y cantante es su talento.

Interpretando estrofas de algunas de sus canciones y detallando las grandes figuras de la música nacional e internacional con las que ha compartido escenario fue respondiendo, una a una las preguntas que su pequeño auditorio, no mayor a una docena de chicos y chicas, le hacían.

En este momento a mi mente vino el nombre de una campechana que ha tenido el honor de trabajar a su lado: mí adorada Paola Manrique. Por supuesto, la vinculación musical de Paola con Manzanero es material suficiente para otra colaboración.

Luego de media hora de programa ya sabía que el proyecto lo organiza la UNAM, que el puñado de jóvenes eran intérpretes y compositores y que el objetivo del proyecto es despertar el interés de la juventud en esa maravillosa música que es el bolero mediante un concurso denominado Creando Boleros.

Confieso que me dio enorme gusto, saber que la UNAM tiene bien puestas las pilas para apoyar y promover el arte. Sobre todo rescatar el género musical del bolero entre los jóvenes talentos de hoy en día.

La sensibilidad de sus interpretaciones y composiciones son la principal diferencia entre la música del bolero y la estridente música electrónica.

Y bueno, yo no sé si porque era domingo pero al terminar la participación del maestro Manzanero enseguida se transmitió nuevo programa donde cada joven defendía su composición o interpretación ante un panel de exigentes jueces que calificaban del uno al tres las actuaciones.

La interpretación de un joven atrapo mi atención al grado que tuve el presentimiento de que lo conocía de algún lado. No pude acordarme. Termino el programa y apunte la fecha del próximo programa.

El concurso de boleros, como toda cosa bien hecha por la UNAM, empezó a generar diversos comentarios. En uno de ellos, alguien pide apoyar al campechano que concursa.

Entonces es que me entero que Jorge, así se llama el joven, es originario de esta entidad y que estuvo, alguna vez, con la Orquesta Sinfónica de Campeche que magistralmente dirigía, en ese tiempo, el maestro Eligio Fuentes Rosado.

No cabe duda que las buenas ideas son las que  mueven al mundo. En este caso, ir al rescate de un género musical y hacer partícipes a los jóvenes de este objetivo es una acción que merece todo reconocimiento.

Porque como Arthur Schopenhauer decía “En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad”.

PD. Apenas un par de días de escribir esta colaboración se llevó a cabo la final de este excelente proyecto y Jorge Gutierrez fue el ganador del concurso Creando Boleros en la categoría de interpretes. Una felicitación al cantante campechano y nuestro  reconocimiento a la UNAM por excelente foro de talento musical.

La suerte de la consorte; Bertha Paredes Medina

Soy una convencida de que las Ferias del Libro tienen múltiples propósitos. Por ello, cada que tengo oportunidad, me doy la vueltecita para conocer lo que ofrecen las editoriales ahí presentes. Siempre es emocionante caminar los pasillos con sus anaqueles repletos de libros y toparse con decenas de personas revisando títulos y hojeando los textos que son de su interés.

En estos últimos días de octubre toma escena la tradicional Feria del Libro Universitario bajo la batuta, obviamente, de la Universidad Autónoma de Campeche. Y tiene un ingrediente adicional. Se lleva a cabo en el hermoso edificio del ex templo de San José ubicado en el corazón del centro histórico de esta ciudad.

Como siempre bien organizado para deleite de los que apreciamos los libros y la lectura. Porque, como comúnmente me sucede, cada que entro a una librería tengo que adquirir algún nuevo libro. Lo mismo ocurre en las diversas ferias del libro a las que he tenido fortuna de asistir. Cuando salgo lo hago alguna novedad editorial en las manos.

Ha, y otra cosa que me gusta de este tipo de eventos: los autores invitados. Este es otro gran atractivo.

Precisamente uno de los “platos fuertes” de esta feria del libro universitario fue la presencia de una gran escritora que ha tenido fenomenal éxito con un tema que es difícil de ignorar.

Sara Sefchovich es autora del conocido libro, varias veces reeditado, La suerte de la consorte que analiza el discreto o exagerado papel, según el cristal con cada quien mire,  que desempeñan las esposas de los presidentes de nuestro país.

Un tema súper interesante en que la escritora devela cosas que una jamás hubiera imaginado en torno a las primeras damas. Si ya usted leyó el libro sabrá de lo que hablo. Si no lo ha leído, entonces le digo, no sabe lo que se está perdiendo.

Sin duda, un deleite ver y escuchar en voz de su propia autora un detallado resumen del contenido del libro. De pie y con voz clara nos narró una breve reseña de la actuación de cada consorte presidencial desde los años veinte hasta la actualidad.

Amable de carácter, al final de su charla, permitió un par de preguntas del público y autografió copias de su libro de los campechanos que se acercaron a ella.

En mi opinión, la presencia de escritores que vienen a hablar de sus obras, son el plus de toda feria del libro. Y eso, créanmelo, junto con la posibilidad de mirar centenas de libros, hace que valga la pena. Mi reconocimiento al trabajo esforzado del amigo  Delio Carrillo Pérez.

Hay que atreverse; Bertha Paredes Medina

Se la debía. Una gran amiga me invito a la presentación de su libro. Fue en el archivo municipal hace unas semanas. Por equis o por ye tenía en el tintero este comentario. Quizá todavía saboreando la magnífica velada que nos hizo pasar o tal vez porque necesitaba tiempo para leer todo el contenido de la obra escrita que presento.

Todos saben de su trayectoria como actriz de teatro. Pero, esa nueva virtud descubierta, de contarnos las cosas cotidianas que le suceden nos enseña otra de sus múltiples facetas.

Y así inteligentes, sanos y divertidos, como son sus escritos, así nos regaló el panel de presentadores su participación.

El tiempo se nos hizo corto para escuchar las anécdotas y recuerdos que motivaron cada escrito que reunió en un solo volumen bajo el título de “Susurros” de igual nombre que su columna en estas páginas del  periódico Tribuna de Campeche donde compartimos espacio en la sección de opinión editorial.

Son 400 páginas que encierran momentos especiales para ella. Momentos que ha compartido en los últimos años con sus lectores. Y tiene fans. Justo a mi lado estaba sentado un emocionado amigo que en una bolsa de nylon, precavido porque esa noche amenazaba la lluvia, llevaba decenas de recortes del periódico que seguro era su colección de favoritos. A lado del nombre de la columna se podía leer: Rosa María Lara de Rullan.

Cuando tocó turno de hablar a Rosita no dejó dudas del porqué de su éxito como columnista. Tiene una chispa genial para narrar las cosas comunes que le suceden y ponerle  esa sal y pimienta que hacer soltar una risa o una lagrima.

Y bueno, si desea usted hacer una lectura agradable busque algún ejemplar de “Susurros”. Se lo aseguro, le va a encantar.

Y queda demostrado que las mujeres siempre encuentran en que invertir mejor su tiempo. Todas tienen, tenemos, algún talento, solo hay que atreverse.

Enhorabuena amiga. Honrar honra. Y, recordemos que, caminante no hay camino se hace camino al andar.

Entrega póstuma; Bertha Paredes Medina

Recién terminaba de escribir mi colaboración anterior sobre Saramago y Conan Doyle y sus obras desaparecidas y reaparecidas cuando encontré una nota sobre la publicación de una nueva novela de la autoría del primero.

Alabardas circula en Latinoamérica desde el uno de octubre. Es una obra literaria en que el escritor trabajaba cuando tuvo que decir adiós a este mundo. No la termino. Estaba bien avanzada pero faltaba la parte final. Pero, para no dejar inconcluso su legado literario, un par de excelentes literatos completaron la labor.

El mundo no olvida a Saramago. Quizá por ello la presentación de la novela ha causado expectación y animo de querer saber cuáles fueron las últimas líneas que redacto el genial escritor.

No he adquirido aun la novela. Pronto lo hare. Pero anticipo que, por su comentado contenido, no espero su clásica picardía e irreverencia a la que nos acostumbró al tratar cualquier tema, con esa fina ironía, tan característica de su pluma.

El tema que trata alabardas es una denuncia contra la industria de las armas. Algo bastante serio que, sin duda, da lugar a tocar el tema con la seriedad debida.

Alguien ya dijo que la novela es un grito contra la violencia y la barbarie en tiempos en los que la guerra aparece a diario en los medios de comunicación y que detrás de las muertes inocentes hay toda una industria de armas e intereses en juego.

En lo personal considero que es una alerta póstuma de Saramago. Tal vez una llamada de atención al mundo para frenar las guerras. Por ello creo que, esta vez, encontraremos parte del lado serio de los pensamientos del escritor. Aunque, sin duda, su imaginación y creatividad literaria nunca dejó de sorprender a sus lectores.

No me gusta mucho que otro par de manos haya intervenido para completar la novela. Porque, para mí, su estilo narrativo es inigualable e inimitable.

En lo personal el último libro que publico en su total plenitud fue Caín ya que las siguientes publicaciones fueron recopilaciones de su blog.  Y del libro Claraboya ya en colaboración anterior fije mi punto de vista.

Como dije líneas arriba. Estoy por conseguir un ejemplar de Alabardas. Lo leeré. No me emociona mucho pero es la única manera de volver a reencontrar un poco de su sobrada genialidad literaria.

Por último, dicen que a partir de ahora, ya no habrá más libros que editar. Que habrá reediciones pero ninguna obra nueva. Esa, me parece, es la mejor decisión para cerrar el capítulo Saramago de la literatura universal. Ahí está su legado para honrar su memoria. No hace falta más. Lo afirma una Saramaguista de corazón.

Cierro esta colaboración con la frase final de Caín, su último libro: La historia ha acabado, no habrá más que contar.

Libros y maestros; Bertha Paredes Medina

En reunión de amigas, con el pretexto del cafecito pero que en realidad sirve como excusa para hacer a un lado la habitual dinámica del hogar y el trabajo, coincidimos en hablar de libros y maestros.

Mientras se hable por separado de ambos temas no suele suceder nada extraño. Pero cuando se mezclan….entonces la charla puede encender un infiernito. Les cuento.

Cada una de nosotras tiene su género de lectura y autores favoritos. Cada quien defiende su gusto. Y todas tenemos un breve espacio de tiempo para decir lo que queramos decir a la audiencia. Luego vienen los comentarios, opiniones y hasta replicas. Pero no se desbordan los ánimos. Preferimos apelar aquel par de sentencias: La primera, no estaré de acuerdo con lo que dices pero defiendo tú derecho a expresarlo y la segunda, entre nosotras podemos criticarnos pero jamás nos haremos daño. Con este par de premisas reina la santa paz.

Algo semejante sucede cuando se toca el asunto de los maestros, educadores, profesores, apóstoles de la educación o como prefiera llamarlos. Aquí advertimos virtudes de los mentores pero también no escatimamos para señalar sus errores. Y lo mismo. Todas hacemos uso del tiempo para hablar y luego se comenta, opina o replica.

Así entre las pequeñas interrupciones y pausas, que significan la presencia en la mesa de la persona que rellena la taza de café, se van agotando los temas e intervenciones de las que quieren hablar porque también hay quien solo participa con su silencio.

Y he aquí que una de las asistentes, que regularmente nos regala su silencio, pide la palabra y pone un nombre sobre la mesa: Stephen Grosz y su obra La mujer que no quería amar. Abunda que el contenido de este libro está calificado como una excelsa combinación entre el ingenio de Antoj Chejov y la seriedad de Oliver Sacks.

Antes de que alguna de las que hemos leído muchos títulos de Chejov y el fantástico Sacks pudiera tomar la palabra, esta amiga acota que, por esta ocasión no quisiera se hablara del libro en particular sino de las facetas del autor como docente y escritor. En el caso de Stepehen Grosz es docente en el University Collegue de Londres y tiene este libro publicado. Y pone el dedo en la llaga al preguntar a todas: ¿Porque en Campeche no se apoya a los maestros universitarios para que escriban y publiquen libros?

Se hizo un silencio en la mesa. Ni siquiera nos importó el nuevo relleno de las tazas de café.

¡Y, no es que quedáramos mudas, es que nadie tenía a la mano información de maestros universitarios que tengan libros publicados aunque sean los que se usen en la materia que imparten!

Entonces alguien dijo que los investigadores universitarios se la pasan investigando todo el año pero que tampoco nada se publica de sus investigaciones y muchos menos de libros. Lo anterior deja prácticamente en la orfandad local la generación de textos. De nuevo el silencio.

Una voz nos devolvió a la realidad. Resulta que mientras reinaba el pesado silencio ella había ojeado el libro de Grosz. ¡Oigan el libro tiene más de 20 historias! y escuchen este prefacio: Todos somos narradores. Creamos historias para dar sentido a nuestras vidas. Pero no es suficiente contar historias. Tiene que haber alguien que nos escuche.

A varias nos cautivó este par de frases. Algunas manos se levantaron para pedir prestado el libro y nos devolvimos a la plática, ahora, con la experiencia de que no es buena idea mezclar libros, maestros,  universidades, Campeche… cuando en la mesa estamos casi una decena de mujeres que…si pensamos…

Nunca será exagerado; Bertha Paredes Medina

Cuenta una amiga cercana que hace un par de años, en los aciagos días de la contingencia por el virus H1N1, quizá exagerando sus previsiones tuvo que declinar asistir a boda de un familiar.  Esta decisión, le trajo una leve fricción con sus parientes que si asistieron y cuestionaron su actitud. Hasta la fecha la amiga se sigue preguntando si, en aquella ocasión, hizo bien o definitivamente debió tomar el riesgo de no hacer caso a las recomendaciones  de las autoridades.

En lo personal, soy una convencida de que nunca será “exagerado” seguir las medidas de salud que se recomienden. Por algo será que las autoridades sanitarias toman las medidas que consideran pueden ayudar a prevenir y conservar la salud ante todo tipo de enfermedades contagiosas.

Hoy en día una pandemia causa preocupación mundial. Desde hace meses noticias van y vienen informándonos lo que acontece en el lejano continente africano lugar primigenio donde el virus del ébola ha causado daños mortales entre la población.

La distancia de aquel continente era suficiente para no tomar tan a pecho la posibilidad de que algún día llegara, hasta este lado del mundo, el virus. Pero, en una época donde diariamente se mueven, por aire, mar y tierra,  millones de personas de un continente a otro, era una osadía pensar que las fronteras de los países estuvieran blindadas contra este mal.

Las primeras noticias de la presencia del ébola fuera de África surgieron  en Dallas, Estados Unidos, donde un hombre fue diagnosticado con los mortales síntomas. De inmediato se activaron los protocolos sanitarios para evitar la probable propagación del contagio derivando en la búsqueda y localización de decenas de personas que tuvieron algún tipo de contacto con el infectado. Al momento de escribir estas líneas trascendió que el paciente referido había fallecido. Y lo peor, que se había detectado un segundo contagio.

Mientras nos ocupaba esta noticia se supo que en España una enfermera había sido diagnosticada con la sintomatología del virus. Este primer caso en Europa alertó el sistema sanitario español que se extendió hasta el sacrificio de una mascota que tuvo contacto con la enferma. Y bueno, aunque no cunde el pánico, se sabe que existe nerviosismo y temor entre los propios médicos que atienden este caso por el alto riesgo de contagio.

Es tanta la tensión por este asunto en el ámbito internacional que, aquí mismo en la entidad, específicamente en Ciudad del Carmen, se alertó sobre un paciente llegado del extranjero bajo sospecha de ébola. La nota dio lugar a una serie de dimes y diretes. Por fortuna, en breve tiempo, se constató que los síntomas no coincidían con el temible virus.

En paralelo, reportes de varias entidades del norte del país y vecinos de la península declaran que han incrementados sus cordones sanitarias para proteger sus territorios. Inclusive, en el famoso festival Cervantino de Guanajuato también se tomaron múltiples medidas de seguridad para garantizar la salud de los asistentes.

En este escenario es importante estar pendientes de los comunicados del sector salud federal para evitar falsas alarmas pero, definitivamente, estar tranquilos y serenos es parte de las medidas precautorias que debemos tomar.

Hay que estar informados. Vale la pena monitorear las noticias nacionales e internacionales que circulan sobre este tema. Porque, sin duda alguna, la desinformación no ayuda a tener la cabeza fría. Estemos atentos.

Y que nadie olvide: Nunca será exagerado tomar previsiones por nuestra salud.

Brillar como soles; Bertha Paredes Medina.

Esta tarde, mientras escribo, una fuerte lluvia cae sobre la ciudad. Comprendo que no es una situación  fortuita, especialmente, porque estamos en plena temporada de clima inestable que viene aparejada con esta época del año. Tanto así que no hay día, o noche, que mantenga palabra de honor y garantice que no caerá agua.

Es la lluvia la que me lleva a reflexionar sobre un asunto que, a la vista y desapego de todos, nadie o casi nadie, le presta mayor atención. Algo que es, o debería ser, del interés solidario de una sociedad.

Regresando a la lluvia que baña la ciudad. A pesar de conocer esta habitual situación, si por omisión se olvida el paraguas y uno termina mojándose, indudablemente, se corre el riesgo de enfermarse. Y conste, que quede claro, no es que uno busque enfermarse, son los sucesos circunstánciales aquellos que, comúnmente, colocan a las personas entre la espada y la pared. No es un secreto que, con una enfermedad inesperada, aparezcan gastos no considerados en la economía de una familia. Lo anterior, por supuesto, obliga a buscar la manera de solventar esos gastos y medicinas causando obvia ansiedad,  y desesperación,  si la gente afectada no tiene suficientes recursos para afrontar el problema. Valga este ejemplo, para que se comprenda mejor lo que a continuación comentare.

Una  familia fue gravemente herida en un accidente vial en cercana localidad. Tras el hecho los demás familiares, de escasos recursos, buscaron apoyo donde su inteligencia le indico. Tocaron ventanillas y puertas, que están para brindar apoyos institucionales, pero no tuvieron suficiente fortuna.

Al parecer fue un interminable peregrinar que no devolvió resultado suficiente para resolver su problemática en que, conste, fueron víctimas y no victimarios. No puedo asegurar el nivel de desencanto de esta familia ante la dificultad de obtener el apoyo. Sin embargo, por esas cosas que tiene la vida, un par de días después llegó a esa pequeña comunidad el diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas. Y el panorama cambio radicalmente.

Le dieron a conocer la necesidad. Y sin tanto aspaviento la positiva respuesta, que resolverá su problemática, fue brindada. No hace falta decir mucho para saber lo que, a los ojos de esa familia, significo el aporte recibido por parte del presidente de la Comisión de Gobernación en la Cámara de Diputados.

Me parece que eso es lo que la gente espera de sus representantes populares. Apoyo directo e inmediato. Nada de darle vueltas a la tortilla. Si se puede y listo. Porque nadie olvide que los servidores están para servir y que la mejor forma de hacerlo es resolver mediante gestiones, y en la medida de sus posibilidades, los problemas de la gente.

Es cierto, hay instituciones para todo y para todos pero… cuando el beneficio queda corto, la aportación de cualquier figura pública siempre es bienvenida. Moreno Cárdenas esta en lo suyo. Ayudar, apoyar, aportar son palabras de su ideario político. Nada de véanme mañana. Lo suyo es dar solución de una vez por todas. Y eso, es algo que la gente valora en alguien que, a pesar de su juventud, demuestra una madurez que hará realidad ese compromiso de que lo mejor de Campeche está por venir.

Ha parado de llover. Última frase para cerrar este comentario. Como también ha parado la desesperación y angustia de la necesitada familia que recibió la ayuda requerida. Sin duda, más temprano que tarde, el sol brillará en total plenitud.

Ese sol que, como siempre, sigue brillando por encima de las nubes.

De una dama, un informe y un proyecto; Bertha Paredes Medina

Una gran dama. Así de concreto tengo que definirla. Amiga, Compañera, Trabajadora, Leal, Discreta y Eficiente son unos cuantos adjetivos que ha sumado a lo largo de su vida personal y profesional.  Todo mundo la conoce y, claro, la recuerda de hace muchos años cuando la vimos caminar y recorrer colonias, barrios y municipios llevando apoyos como correspondía a su investidura de primera dama del Estado.

El encargo termino pero no concluyó su pasión por el servicio público. Haciendo talacha, aquí y allá, prefirió bajo perfil. Pero siempre dispuesta a ayudar al prójimo. Pan pianito, se mantuvo en activo hasta que llegó el tiempo de la recompensa política y fue postulada como diputada federal.

Empezó su trabajo en la actual LXXII legislatura con bastantes retos; Sobre todo porque conjuntamente el PRI recupero la presidencia de la república y la nueva administración federal tenía prisa por instrumentar las necesarias reformas para sacudir este país que ya requería cambios de fondo.

Doña Elvia Pérez Escalante se ha distinguido por asistir a todas y cada una de las sesiones que se han llevado a cabo en la Cámara Federal. Eso significa presencia y consistencia. Es secretaria e integrante de varias comisiones importantes sobre los temas vitales que interesan al país.

Su experiencia y don de gentes, fortalecida en su labor al frente de la asistencia social en la entidad durante 6 años,  le ha permitido consolidar su trabajo en la cámara de diputados.

Doña Elvia ha sabido mantener lazos de amistad con medio Campeche. Ahora suma fuertes amistades en el congreso. Pues bien. En par de días habrá de rendir cuentas de lo que está haciendo en favor de su estado natal.

Será un informe conjunto con sus compañeros legisladores federales. Porque de esta forma, en un solo foro, todo Campeche conocerá los resultados de las gestiones y necesarios acuerdos políticos que se requieren para traer apoyos al estado y sus municipios.

La invitación expresa de Doña Elvia será atendida. Estaré al pendiente de lo que tiene que informar. Como he estado al pendiente de todos sus logros que, amablemente, me hace llegar en forma resumida.

El camino de esta dama, ahora en el panel político, todavía dará de que hablar. Que nadie se extrañe ver más seguido su rostro y su nombre.

Como tampoco nadie se extraña de la creciente imagen que ya tiene en las encuestas el diputado Alejandro Moreno Cárdenas. Y no solo las encuestas hablan bien de él. A diario son más las voces y opiniones que se suman al proyecto que trae para nuestro estado el Presidente de la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados. Ahí está su fortalecida imagen tanto a nivel nacional como local. Por algo será.

Unidad y lealtad; Bertha Paredes Medina.

El primero de octubre pasado formalmente inicio el llamado año electoral. Que, palabras más palabras menos, significa el periodo que va de octubre de 2014 a octubre de 2015 en que concurrirán las elecciones federales y estatales para renovar autoridades.

Para el estado de Campeche, el tema es de vital importancia porque será renovado el poder ejecutivo que representa el actual gobernador Fernando Ortega Bernés postulado, como todos sabemos, por el Partido Revolucionario Institucional. En el tiempo de su nominación, él era el mejor candidato y fácilmente gano la elección.

El PRI siempre ha gobernado esta entidad. Aún en los tiempos difíciles, cuando la oposición ocupo la Presidencia de la Republica, nunca se titubeó el voto de confianza al tricolor.

Lo anterior, sin duda alguna, por la unidad y lealtad de la mayoría de simpatizantes y, por supuesto, los buenos resultados de sus gobernantes.

A nivel estatal ha sido una sola historia, un PRI invencible.  A nivel municipal ha sido otra cosa. Algunos municipios han atravesado por la alternancia y bueno, dicen, no les ha ido nada bien en sus experiencias.

En fin. El asunto es que estamos a escaso tiempo de la nominación del candidato que abanderará al tricolor en pos de una nueva victoria. No se mira un escenario convulso que haga pensar en otro escenario. ¿Oposición? claro que hay, pero no de suficiente fuerza. Y, no dejemos de considerar el peso específico, en el ánimo ciudadano, de que ahora el PRI recuperó la Presidencia de México que gobierna con Enrique Peña Nieto.

No digo con ello que venga una elección fácil. No para nada. Al contrario, digo que este panorama nos hace pensar que, en la nominación local, el partido tiene que hacer candidato al mejor hombre: El que garantice un triunfo irrefutable en las urnas. El que este mejor posicionado. La elección del candidato tiene que ser una elección pensada y congruente de la militancia.

En este escenario, hay media docena de nombres que se manejan en encuestas y ambiente político. Pero, ¿Realmente todos los mencionados tienen buenas posibilidades de obtener una gran victoria? Porque es cierto que todo mundo tiene derecho a aspirar y suspirar. Pero una cosa es querer y otra cosa pedir la confianza al cuarto para las doce.

En este tenor, se recuerda que, hace algunos años,  un gobernador local decía que se preparó dos décadas para hacer bien su trabajo como mandatario.

¿Hoy en día, alguien puede afirmar lo mismo? Puede que sí. Hay un nombre que ya  se conoce por los rincones del estado. Es el diputado federal  Alejandro Moreno Cárdenas. Desde bastante tiempo atrás se le ha visto hacer bien su labor. Son muchos años los que lleva trabajando por el proyecto que tiene para Campeche. Este destacado político campechano, que hace del dialogo una virtud, tiene reconocida y sólida presencia por toda la entidad.  Es un buen hombre. Con la suficiente madurez suficiente para afrontar los retos del desarrollo estatal. Posee visión y liderazgo. Sabe el correcto significado de la palabra compromiso y tiene pasión por el trabajo.

Lo hemos visto en constantes jornadas para llevar apoyos a donde se lo solicitaron. No pasa fin de semana en que no se le mire por alguna alejada comunidad, barrio o calle entregando apoyos fruto de su gestión. En respuesta campesinos, obreros, deportistas, jornaleros y amas de casa le tienden la mano  con gesto de confianza. La gente lo identifica y lo reconoce con afabilidad. Y eso, es fruto del tiempo que dedica a estar cerca de la gente.

Y algo que vale oro. Tiene excelentes relaciones con funcionarios federales, gobernadores de otras entidades, legisladores federales y senadores y eso, aquí y en cualquier parte del mundo significa capital político.

Ahí está el slogan de su proyecto: Querer es lograr. Más claro ni el agua, lo mejor para Campeche está por venir.

No hay duda, la lealtad y la unidad forman un binomio formidable para la elección que viene.

Libros y drones; Bertha Paredes Medina

¿Se imagina usted abrir la puerta de su vivienda, salir a la calle y mirar al cielo para observar como le llega un libro que ordeno?

La escena pareciera extraída de alguna película de ciencia ficción, pero la verdad es que podría volverse realidad en breve tiempo.

En serio que los avances y utilidades de la tecnología moderna no dejan de sorprendernos. Por ello, no suena descabellada la idea que ya prueba una de las empresas comerciales más grandes del mundo para agilizar y abaratar costos de entrega a domicilio.

¿Como lo pretenden hacer? Bueno, pues usando un novedoso artefacto llamado dron que, en su  definición más simple, es un pequeño vehículo aéreo no tripulado capaz de transportar algún objeto o material.

Probablemente algunos de ustedes, amables lectores, hayan visto el uso de este aparato en algunas películas o series de televisión. Su versatilidad de usos es, precisamente, lo que hace posible pensar en entregar libros de este modo.

¿Como funcionaria el sistema? Primero seria comprar por internet el libro recibiendo un tiempo de espera para despacho, envió y recepción del producto en el domicilio acordado. Y tan, tan.

Por supuesto que no faltara “el vivo” que sugiera sea más rápido y efectivo ir a la librería a adquirir libros. Pero, no se olvide que la empresa que promueve la idea busca brindarle comodidad al comprador y cubrir mayor territorialidad.

Sin duda, ese es el futuro en materia de entregas a  domicilio. Los drones son “el modelo a seguir” Y, pronto, será común observar micro vehículos voladores surcando el firmamento cumpliendo propósitos tan diversos como  uno pueda imaginarse. Por el momento el tema que nos ocupa son los libros. Los impresos que todavía tienen larga vida entre los que gustamos de la lectura a la antigua, es decir, en tinta y papel.

Aunque todavía esta en etapa de evaluación,  y obvia regulación, de sus alcances no se descarta que a partir de 2015 se formalice y autorice esta practica. Sin dudarlo, la presencia de los drones, con múltiples utilidades, ya esta a la vuelta de la esquina.

Y, con el tiempo, quizá ya no será tan sorprendente salir a la calle, alzar la mirada y ver como llegan las novedades editoriales o, de plano, esa añorada edición del libro de nuestro autor predilecto. Al tiempo.