El saludo navideño a nuestros amigos llegará atrasado, pero nunca será tarde para refrendarles nuestro sincero aprecio esperando que la celebración de la navidad haya sido dichosa. Y, por supuesto, mis mejores parabienes para que el año nuevo que está por iniciar sea de éxito en todos los propósitos que emprendan.
Acostumbrados que estábamos en la península a observar como las únicas referencias a la ancestral cultura maya eran, las zonas arqueológicas, los pintorescos poblados que sobrevienen, los cada vez menos hablantes de lengua maya, las artesanías y, porque no decirlo, personajes con vestimenta típicas que sirven para ser captados con su cámara por los turistas: Sin embargo este año que termina, vivir en la península de Yucatán tuvo matices totalmente distintos a los anteriormente señalados.
La llevada y traída teoría del fin del mundo que, luego aclararon las voces autorizadas en el tema, era llanamente la conclusión de un ciclo del calendario maya y el inicio de un nuevo ciclo fue la justificación perfecta para colocar la ancestral riqueza del mundo maya como uno de los temas que mayor presencia tuvieron en los medios digitales e impresos, que concentran la opinión pública mundial.
El boom de esta profecía anunciada por los mayas se tradujo en todo tipo de celebraciones, rescate de ancestrales tradiciones, presentación de libros y un sin número de diferentes eventos donde se reconoció la influencia cultural de los mayas en la conformación de la civilización actual.
Si pudiera resumir este asunto en par de cortas frases diría que, el despertado interés del mundo por la cultura maya fue, por un lado, gracias a esa sempiterna genialidad atribuida a los mayas y, por otro lado, una necesaria retribución y reconocimiento a esta cultura que tanto ha aportado a la historia universal.
Yo no sé hasta dónde ha impactado, o impactara, en la vida de los herederos de la cultura maya que están en el sureste de Mexico y parte de Centroamérica, toda esta atención que han tenido en el año que termina. Sin duda, esperamos algo bueno surja de todo este maremágnum en que se vieron inmersos a lo largo de este último año gracias, insisto, a esa visión futurista que, miles de años después, han logrado estar en boca de propios y extraños.
El inicio de un nuevo ciclo en el calendario maya, entendido como símbolo de renovación, coincide con el inicio de un nuevo gobierno en el ámbito federal que también es de renovación.
En los pocos días al frente de las riendas del país, el nuevo presidente ha dado ejemplos de que lo suyo es el trabajo. Por ello, su reciente viaje a la península, en la simbólica fecha del 21 de diciembre presagiada por los mayas para la conclusión de una era, fue exacto momento para dejarnos saber la oportunidad de renovarnos en esperanza y ánimo para impulsar la transformación a fondo del país.
EL Presidente Peña Nieto, dejó claro que mas allá de predicciones o alineaciones cósmicas depende de cada uno de nosotros el futuro de Mexico. Y, que es tiempo de mover y remover los mitos y creencias que han limitado nuestro desarrollo porque el país requiere cambios de conciencia, actitud y de conducta. Sin duda, es emotiva la convocatoria a sumarnos, desde la trinchera de cada quien, al esfuerzo por reconstruir la grandeza de nuestros
Y entre las celebraciones a la cultura maya por el inicio de la nueva era y la convocatoria del Presidente, el tema de cierre de están colaboración es infinitamente corto. No es renovación. Pero puede ser reaparición. Son los zapatistas que, como en 1994, volvieron a marchar por las calles. ¿Tendrá algún significado su presencia?