En nuestros días de preparación universitaria un maestro tenía una fórmula para explicar el tiempo de solución de un problema. Decía “Roma no se hizo en un día”.
Su recuerdo vino a mi mente ahora que leo la serie de comentarios sobre las múltiples obras, que al mismo tiempo, se llevan a cabo por rumbos distintos de nuestra querida ciudad de Campeche.
La mega obra que evitara las inundaciones de la ciudad es la que más llama la atención y es, quizá, la que más complicaciones provoca a vecinos, automovilistas y transeúntes de las zonas donde se está trabajando.
Sin embargo, lo sabemos, a largo plazo será mayor el beneficio para todos que las actuales incomodidades temporales.
Roma no se hizo en día decía aquel maestro y las obras en proceso por muchas ganas que le echen tienen un tiempo estipulado para entregarlas con calidad.
Porque, indiscutiblemente, eso es lo que desea la sociedad: Que las obras y sus beneficios perduren a los gobiernos y gobernantes.
El rostro de la ciudad cambiara para bien; para que vivamos cómodos y con menos zozobra por ser, nuestra ciudad, paso de huracanes.
A veces, la gente se desespera por las constantes molestias de cortes de circulación vial, por el polvo o por las largas filas de autos pero esto se compensará cuando se concluya cada acción arquitectónica en marcha.
Eso es lo que se espera; Solo hay que tener serenidad y paciencia; Y, cuando se vean los resultados nadie se acordara de los días de incomodidad comparados por los años futuros de comodidad citadina que tendremos los campechanos.
No existe ningún gobierno que solo porque si, quiera causar molestias a la ciudadanía; Los gobiernos siempre orientan su accionar enfocados al bien común, es decir, el beneficio de las mayorías. Esa es una máxima administrativa del arte de gobernar. En todos los estados de la republica, a diario, se ejecutan magnas obras que, igualmente, causan molestias a la gente pero, indudablemente, cuando se concluyan rendirán beneficios a la población en general.
Tengo en mis manos, y la reviso cada que tengo tiempo, la tesis de titulación de amigo profesionista que alguna vez soñó con ver un Campeche integral y desarrollado al servicio de su pueblo.
Me la obsequio hace muchos años cuando compartíamos ideales de querer lo mejor para nuestro Estado. Hoy el sueño está en marcha y como una buena película deberá tener un final consolidado.
Demos tiempo al tiempo y, en un abrir y cerrar de ojos, estaremos acudiendo a la inauguración formal de las obras terminadas.
Y espero que, desde el cielo, aquel maestro siga dando lecciones y pregonando que Roma no se hizo en un día.