Comparto plenamente la forma de pensar del Dr. José Narro Robles, actual Secretario de Salud del Gabinete Federal y hasta el año pasado rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, al descalificar lo aseverado por quien, hasta hace unos días, fuera director de TV UNAM.
Narro sigue siendo congruente entre lo que dice y lo que hace. Lo usual seria que, siendo ex rector de nuestra máxima casa de estudios, se quedara al margen y evitara opinar sobre el tema de un funcionario universitario en activo. Pero hay cosas a las que no se debe voltear ni la cabeza ni la mirada hacia otro lado. Y Narro puso el dedo en la llaga.
De sobra fue conocida la acida critica con que, el exdirector de TV UNAM, se dirigió a uno de los iconos populares de nuestra música recién fallecido, Juan Gabriel. Los comentarios de este personaje “cultural” levantaron miles de voces en su contra por referirse ásperamente a quien ya no podía defenderse.
Al grado que el Dr. Narro no se contuvo y dijo textual: “No se debe descalificar por militancias, creencias u orientaciones a alguien para señalar o insultar. Todos tenemos que ser más tolerantes, todos somos diferentes y una cosa que yo sí creo, y se los digo con mucha honestidad, que nos está haciendo mal en el país, es encontrar motivos para estar divididos”
Sin duda, oportuno y contundente su postura. Sobre todo en estos tiempos en que el país y el mundo entero está cambiando y se enarbola la bandera del respeto y la tolerancia para quien es o piensa diferente.
En la calle Juárez de la Ciudad de México, por ejemplo, existe el Museo Memoria y Tolerancia que nos recuerda las consecuencias de la indiferencia, la discriminación y la violencia. En sus salas interiores se muestra un recorrido por los peores crímenes que ha cometido la humanidad contra sí misma por la intolerancia religiosa, étnica y de otros tipos. El museo es un canal de expresión para entender la diversidad cultural como un paso para erradicar el odio y el genocidio.
La cultura de la tolerancia es una asignatura pendiente del mundo actual. El respeto a los demás debe ser una forma de vida de la sociedad actual.
El pueblo mexicano tiene el derecho de honrar la memoria de sus ídolos. Es una especie de catarsis colectiva a la que Octavio Paz encontró definición y explicación en su libro El Laberinto de la Soledad.
Por ello celebro que existan voces, como José Narro, que públicamente atajen oportunamente los comentarios intolerantes porque, ciertamente, nadie es monedita de oro pero también nadie tiene derecho a burlarse de los demás.
Comentario: Destacable la presencia del gobernador Alejandro Moreno Cárdenas como uno de los invitados a la comida, en la CDMX, de los 300 líderes más influyentes de México y su participación en el Panel de Gobernadores «Un México fuerte y de oportunidades” en el importante Foro Banorte donde se habló del crecimiento económico nacional.